La resistencia a la insulina se define como la incapacidad genética o adquirida de los tejidos blanco de responder normalmente a la acción de esta hormona. Cuando se hayan alterados los mecanismos moleculares que regulan la resistencia a la insulina se procuden alteraciones en la señalización de la misma y en la regulación normal de la expresión y síntesis de adipocinas. Esto desencadena en la aparición de complicaciones tardías al momento del diagnóstico en pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
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